martes, 2 de agosto de 2011

la historia

Hace algunos días estaba compartiendo la historia de la ciudad donde vivo. Me agrada hablar sobre ella porque me hace remontar a esos tiempos y también recordar que sin ese pasado no estaríamos hoy aquí.

De un momento a otro, me sentí incómoda al compartir esa labor con otro chavo 8 o 9 años menor que yo. Me preguntaba el por qué me incomodaba o no me gustaba su parte de la historia.

Y fue en algún detalle donde caí en cuenta que el tenía referencias de un pasado reciente, de recuerdos que el vivió, pero no de lo que estudió o de lo que oyó. Y recordé una frase que han dicho: esta generación de jóvenes ya no tiene historia.

Por mi parte recordaba lo que he leído en los libros y en la buena tradición oral que tenían los padres y abuelos, para transmitir la historia por medio de conversaciones y reflexiones, tradición que muchos han olvidado.

Hablábamos de cierto lugar en específico y yo recordaba lo que mis padres contaba sobre esa avenida, sobre lo que significa esa avenida principal. El otro chico recordaba solo lo que el había visto durante su niñez y adolescencia. Es cierto ese tiempo también fue importante, pero no todo el tiempo fue así. Tal vez ver las fachadas de las casas le hacía recordar algo de la historia vista en la escuela, pero no duraba mucho y regresaba a lo que el había vivido.

Otro día una estudiante se me acercó y me preguntó sobre un líder al cual ella había visto en la portada de un libro. Me preguntaba quien era el y que había hecho. Yo con cara de sorprendida me voltee y le dije, estudias en la universidad pública y ¿no sabes quién es?. Y bueno ahí caí en cuenta otra vez que nuestra historia cada vez tiene menos sentido para las generaciones que vienen.

La inmediatez de las noticias, el acceso tan rápido a los medios de comunicación, hacen que todos tengamos las noticias frescas"salidas del comal", como decimos por aquí, y bueno esa es su característica, comunicar lo que pasa en ese momento, pero lo que siempre pasa es que así como vinieron así se van. Esto conlleva a no recordar los detalles de lo que pasó hace dos o tres semanas y que titubemos al contar la historia reciente.
Esto me ha animado a buscar vías de formación para que los jóvenes que están cerca de mi, puedan atesorar la historia, los nombres, los hechos del pasado y que de una forma u otra ha trascendido y han hecho que nuestro país sea el que es.

Y que ellos puedan saber el por qué nuestro país esta como está, el por qué actuamos así, el por qué celebramos o tenemos asuetos.

Aprovechemos esa rica tradición oral que podemos compartir con nuestra familia, amigos y conocidos y recordemos el por qué de nuestras vidas y nuestro país.

1 comentario:

Ada Rosas dijo...

Últimamente he tenido acercamientos a la historia y esos rollos, gracias a unos amigos historiadores. Todavía estoy en el proceso de comprender porqué es tan importante conocer la historia -saber qué pasó.
No sé, tal vez terminé queriendo esta disciplina...

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