martes, 2 de febrero de 2010

Servir sin recibir nada a cambio















Las dos semanas pasadas estuvimos brindando un pequeño servicio a los estudiantes de primer ingreso. Todos los días nos reuníamos a las 6.00 a.m. en la SEDE del GEU, cada día era el afán de llegar temprano a EFPEM (Escuela de Formación de Profesores de Enseñanza Media), y darles café y pan a los estudiantes que desde las 4.00 a.m. estaban haciendo cola para inscribirse.

El sentimiento de entregar el café y pan a los estudiantes era inexplicable, a veces recibíamos un gracias, otras veces solo nos miraban y no decían nada y otros preguntaban el por qué de la actividad.

¿Por qué? Queríamos servir a nuestros compañeros y ser de ayuda para ellos en este trámite para entrar a la U,también queríamos que los estudiantes nos conocieran y porque queríamos compartir del amor de Dios.

Al final el sentimiento fue de satisfacción. Gracias a los chicos de GEUSAC pudimos llevar a cabo esta actividad. El esfuerzo de cada uno, por levantarse temprano, llegar un poco tarde a sus clases, sacrificar cierta parte de sus gastos para ofrendar para esta actividad me llena de gozo y satisfacción.

Un gracias o una mirada era la recompensa material, crecimiento en varias partes de nuestra vida es otra recompensa personal. Gracias Dios por tu amor y provisión.

No hay comentarios:

El día que caí profundo

 Después de una ruptura todo puede pasar.  Desde que te valga madre y seguir la vida, tristear un poquito y ya, sentirte de lo peor y lo que...