Después de una ruptura todo puede pasar.
Desde que te valga madre y seguir la vida, tristear un poquito y ya, sentirte de lo peor y lo que me pasó, sentirme triste todo el día, no hallarle sentido a nada, amanecer y no poder ver el sol.
Así estaba yo hace dos años.
Yo pensé que solo yo lo sentía y lo notaba, pero un día baje a comer con mi equipo y alguien me dijo: Nydia te he visto muy cansada, con tu cara muy triste, despistada.
Claro muchos de los que estaban ahí no sabían que me estaba pasando. Y ahí frente a todos, lo único que dije fue: Si han sido días duros... Muy digna me levanté y me fui a llorar a mi oficina.
Ahí, cuando alguien lo notó fue cuando dije: NECESITO AYUDA, ya lo están notando; pero también yo no me sentía yo.
Contacté a una psicóloga que me habían recomendado y empecé mi proceso de encontrarme a mi misma. Me había perdido desde mucho tiempo atrás y en este punto álgido tenía que encontrarme.
Quería salir de ese túnel negro y volver a ser yo o una yo renovada...
Después de 5 meses de estar visitando a mi psicóloga pude verme con otros ojos, encontrar mis debilidades y empezar a trabajar en fortalecer mucho más a esa Nydia que había perdido.
Ya el sol empezaba a salir y lo nublado se disipaba.
Llegue a un punto muy feo, pero llegué a un lugar lleno de colores y esperanza.