Las dos semanas pasadas estuvimos brindando un pequeño servicio a los estudiantes de primer ingreso. Todos los días nos reuníamos a las 6.00 a.m. en la SEDE del GEU, cada día era el afán de llegar temprano a EFPEM (Escuela de Formación de Profesores de Enseñanza Media), y darles café y pan a los estudiantes que desde las 4.00 a.m. estaban haciendo cola para inscribirse.
El sentimiento de entregar el café y pan a los estudiantes era inexplicable, a veces recibíamos un gracias, otras veces solo nos miraban y no decían nada y otros preguntaban el por qué de la actividad.
¿Por qué? Queríamos servir a nuestros compañeros y ser de ayuda para ellos en este trámite para entrar a la U,también queríamos que los estudiantes nos conocieran y porque queríamos compartir del amor de Dios.
Al final el sentimiento fue de satisfacción. Gracias a los chicos de GEUSAC pudimos llevar a cabo esta actividad. El esfuerzo de cada uno, por levantarse temprano, llegar un poco tarde a sus clases, sacrificar cierta parte de sus gastos para ofrendar para esta actividad me llena de gozo y satisfacción.
Un gracias o una mirada era la recompensa material, crecimiento en varias partes de nuestra vida es otra recompensa personal. Gracias Dios por tu amor y provisión.